Virus de Marburgo: sin vacuna y con hasta 88% de mortalidad

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Se trata de una fiebre hemorrágica casi tan mortal como el ébola, y de la que aún no existe vacuna.

La detección de dos casos de la enfermedad por el virus de Marburgo (EVM) en Ghana, los primeros en el país, encendió las alertas. La razón: se trata de una fiebre hemorrágica casi tan mortal como el ébola, y sin vacuna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la EVM “es grave y, a menudo, mortal”. Su periodo de incubación es de entre dos y 21 días.

Síntomas

La OMS señala que los síntomas de esta enfermedad aparecen bruscamente y se manifiestan con:

  • Fiebre elevada
  • Dolor de cabeza intenso
  • Gran malestar general.
  • Frecuentes dolores musculares.

    Al tercer día, explica el organismo, pueden aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos.

    La diarrea puede persistir una semana. Los ojos se hunden, los pacientes sufren letargo extremo y presentan lo que la OMS describe como “aspecto de fantasma”.

    Entre los días cinco y siete, los enfermos suelen presentar hemorragias graves. Los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en varios órganos. La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de hemorragia por la nariz, las encías y la vagina.

    El sangrado espontáneo en los lugares de venopunción donde se administran líquidos o se extraen muestras de sangre puede ser especialmente problemático. Durante la fase grave de la enfermedad, los pacientes presentan persistentemente fiebre elevada.

    Esta enfermedad afecta el sistema nervioso central: los pacientes presentan confusión, irritabilidad y agresividad. En la fase tardía de la enfermedad (a los 15 días del inicio) puede presentarse orquitis (inflamación de testículos) en hombres.

    La muerte suele producirse a los ocho o nueve días del inicio de los síntomas. “Se suele preceder de grandes pérdidas de sangre y de choque”, dice la OMS.

    Mortalidad

    La tasa media de letalidad de la enfermedad, alerta la OMS, oscila en torno al 50%. Sin embargo, puede ser de hasta 88%, dependiendo de la cepa vírica y de la atención.

    La OMS subraya que la rehidratación y la administración rápida de tratamiento sintomático mejoran la supervivencia.