Terremoto de 7,8 en Turquía y Siria

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El terremoto deja casi 2.000 muertos: al menos 1.121 en Turquía y 820 en Siria

La serie de potentes terremotos que ha sacudido la zona fronteriza entre Turquía y Siria ha dejado, de momento, 1.941 muertos y casi 10.000 heridos en los dos países, además de haber derruido miles de edificios.

Al menos 1.121 personas han muerto y otras 7.643 han resultado heridas en Turquía, según el servicio de emergencias de este país, Afad. En Siria, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el Gobierno de Bachar al Asad y el último enclave del país controlado por la oposición, que está rodeado por fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.

Así, el seísmo ha dejado al menos 430 fallecidos y 1.315 heridos en zonas en manos de Damasco en las provincias noroccidentales de Tartus, Latakia, Hama y Alepo, según la agencia oficial de noticias SANA.

Se cree que aún quedan cientos de personas bajo los escombros, y la cifra de víctimas seguirá subiendo conforme los rescatistas buscaban entre los restos en ciudades y pueblos.

A ambos lados de la frontera, los temblores despertaron a la gente de golpe varias horas antes del amanecer y la hicieron salir a la calle en una noche fría de viento, lluvia y nieve. Docenas de edificios se derrumbaron en ciudades de toda la región fronteriza.

Un hospital se derrumbó en Turquía y los pacientes, incluidos recién nacidos, fueron evacuados de un puñado de centros en Siria.

En la ciudad turca de Adana, un testigo contó que tres edificios cerca de su casa se habían venido abajo. Una persona exclamó “no tengo fuerzas para aguantar” entre los escombros mientras los rescatistas trataban de localizarla, indicó el estudiante de periodismo Muhammet Fatih Yavus.

“Como los esfuerzos de retirada de escombros continúan en muchos edificios en la zona del terremoto, no sabemos cuánto subirá el número de muertos y heridos”, dijo el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

“Esperamos dejar atrás estos días desastrosos con unidad y solidaridad como país y nación”, agregó.

El epicentro del sismo se situó al norte de Gaziantep, una capital provincial turca, pero se sintió hasta en El Cairo. Hizo que los vecinos de Damasco huyeran a las calles y propinó un brusco despertar a la gente en Beirut.

El sismo golpeó una región marcada a ambos lados de la frontera por más de una década de guerra civil en Siria. Del lado sirio, esa zona está dividida entre territorio controlado por el Gobierno y el último enclave en manos de la oposición, que está rodeado por fuerzas sirias con apoyo Rusia. Turquía, por su parte, acoge a millones de refugiados de ese conflicto.

Unos 4 millones de sirios de otras zonas del país desplazados por los combates abarrotan las regiones controladas por la oposición. Muchos viven en edificios ya debilitados por bombardeos pasados. Cientos de familias quedaron atrapadas entre los escombros, según un comunicado de la organización opositora de emergencia Cascos Blancos.

Los maltrechos centros médicos y hospitales se llenaron de heridos con rapidez, según rescatistas. Otros, como un hospital de maternidad, tuvieron que ser evacuados, según la organización médica SAMS.

“Se teme que haya cientos de muertos”, dijo Qaddor, refiriéndose a la región noroccidental del país. “Estamos bajo presión extrema”.