El Ejército Mexicano ha intensificado sus esfuerzos de seguridad en el estado de Sinaloa con el envío de 100 elementos de las Fuerzas Especiales y la incorporación de vehículos blindados tipo Ocelot. Esta acción, que forma parte de una estrategia coordinada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), tiene como objetivo hacer frente a la creciente ola de violencia que ha sacudido la región durante más de un mes.
Refuerzos desde la capital
La SEDENA informó que los efectivos militares llegaron desde la Ciudad de México para sumarse a las operaciones de vigilancia y control en áreas clave como Culiacán, así como en otros municipios de Sinaloa. Este despliegue se acordó en una reunión de alto nivel entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y altos mandos de la SEDENA y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes buscan restaurar el orden en la región.
Además del personal especializado, se han desplegado diez vehículos blindados «Ocelot», diseñados específicamente para las necesidades del Ejército Mexicano. Estos vehículos están equipados para operar en condiciones extremas y cuentan con la capacidad de transportar hasta 11 personas, lo que refuerza las patrullas y permite un mayor control territorial en zonas afectadas por la violencia.
El vehículo «Ocelot»: clave en la estrategia militar
El blindado «Ocelot» ha sido destacado por la SEDENA como un componente fundamental de esta estrategia de seguridad. Su diseño incluye un motor de bajo consumo, lo que le permite cubrir largas distancias sin necesidad de reabastecimiento. Esta capacidad es especialmente útil en operaciones prolongadas en territorios de difícil acceso o en áreas rurales donde el conflicto puede extenderse.
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