Alrededor de 360 hectáreas de selva serán taladas en la Península de Yucatán para la construcción de dos terminales intermodales del ramal de carga del Tren Maya, una en Progreso, Yucatán, y otra en Cancún, Quintana Roo, lo que provocará afectaciones directas al ecosistema local, incluyendo a decenas de especies de fauna silvestre.
De acuerdo con las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), el proyecto en Cancún será el más agresivo en términos ecológicos, al requerir el desmonte de 259.5 hectáreas de selva mediana subperennifolia. La terminal de carga estará ubicada a unos 8.5 kilómetros del aeropuerto, donde se planea la construcción de al menos 28 infraestructuras, incluyendo una estación de bomberos, alojamiento para tripulación y Guardia Nacional, planta potabilizadora, zonas de abastecimiento de combustibles y lavado de locomotoras, entre otros.
En esa misma zona habitan al menos 59 especies de vertebrados terrestres, de las cuales 40 son aves, además de reptiles, anfibios y mamíferos. Aunque el plan prevé un programa de ahuyentamiento y reubicación de fauna, experiencias previas en otros tramos del Tren Maya han derivado en el sacrificio de ejemplares, según han documentado organizaciones ambientales.
La segunda terminal intermodal estará en Progreso, Yucatán, cerca de la carretera Mérida-Progreso y de instalaciones de Pemex, donde se proyecta la deforestación de al menos 104 hectáreas. En esta área, también son las aves las más afectadas por su abundancia en la zona.
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