El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una histórica orden ejecutiva que implementa aranceles recíprocos generalizados contra los socios comerciales del país. La medida busca corregir lo que Trump considera un desequilibrio comercial perjudicial para la economía estadounidense, con un déficit de 1,2 billones de dólares en el año anterior.
Aranceles universales y recíprocos
El mandatario anunció que se aplicará un arancel mínimo del 10% para todos los productos que ingresen a Estados Unidos, con tarifas mayores para países con los que el país tiene un déficit comercial significativo. De acuerdo con los detalles del anuncio, los bienes procedentes de China sufrirán un arancel del 34%, mientras que los de la Unión Europea tendrán una tarifa del 20%.
Además, otros países serán gravados con porcentajes que varían según el nivel de comercio y las barreras comerciales existentes, tales como Vietnam (46%), Taiwán (32%), Japón (24%), India (26%), Corea del Sur (25%), Tailandia (36%), Suiza (31%), Indonesia (32%), Malasia (24%), Camboya (49%), Sudáfrica (30%), Bangladesh (37%), Nicaragua (18%), Noruega (15%), Jordania (20%), Madagascar (47%), Myanmar (44%), Túnez (28%), Kazajistán (27%), Serbia (37%), Costa de Marfil (21%), Laos (48%), Botswana (37%), Argelia (30%), Lesoto (50%), Mauricio (40%), Fiyi (32%), Liechtenstein (37%), Guyana (38%), Bosnia y Herzegovina (35%), Nigeria (14%), Namibia (21%), Brunei (24%), Venezuela (15%), Macedonia del Norte (33%), Malawi (17%), Zimbabue (18%), Siria (41%) y Vanuatu (22%).
Trump justificó la medida explicando que “recíproco” significa que los países afectados ya aplican tarifas elevadas sobre los productos estadounidenses, por lo que Estados Unidos debe imponer aranceles similares a los suyos. Según el presidente, esta acción es crucial para restaurar el equilibrio en las relaciones comerciales globales y promover la industria nacional.
Esta medida afectará a más de 60 países, principalmente aquellos que exportan más productos a Estados Unidos de los que compran, lo que ha generado tensiones y preocupaciones internacionales. Trump afirmó que la imposición de estos aranceles será clave para el renacimiento económico de Estados Unidos, declarando que “esta será la era dorada de Estados Unidos”. La implementación de los aranceles está programada para el 5 y 9 de abril de 2025.
El gobierno de Trump espera que los países respondan reduciendo sus propias barreras comerciales y facilitando la entrada de productos estadounidenses. De lo contrario, los aranceles se mantendrán por un largo período.En otra medida relevante, Trump también confirmó que los aranceles del 25% sobre los automóviles y camiones importados entrarán en vigor el 5 de abril, como estaba previsto. A su vez, los aranceles del 25% sobre las piezas de automóviles se implementarán a partir del 3 de mayo de 2025. Esta medida busca proteger la industria automotriz estadounidense y asegurar que las partes y componentes sean producidos dentro del país.
La Casa Blanca ha indicado que el Departamento de Comercio establecerá un proceso dentro de los próximos 90 días para agregar más productos a la lista de aranceles, especialmente si lo solicitan los productores nacionales.
El anuncio de los nuevos aranceles generó gran expectación en los mercados financieros. A pesar de las tensiones comerciales que podrían surgir, los índices de Wall Street cerraron en positivo tras la noticia. El Dow Jones subió un 0,56%, el S&P 500 creció un 0,67%, y el Nasdaq avanzó un 0,87%, lo que indica un optimismo por la perspectiva de un renacimiento de la industria estadounidense.
A nivel global, los países afectados, especialmente China, la Unión Europea y México, han expresado su preocupación por el impacto que estos aranceles tendrán sobre sus economías, lo que podría generar represalias comerciales. Los analistas advierten que la medida podría desencadenar una guerra comercial a gran escala, afectando el flujo de bienes y servicios a nivel mundial.
La imposición de aranceles recíprocos generalizados por parte de Trump marca un punto de inflexión en la política comercial de Estados Unidos. Mientras que el presidente asegura que esta medida fortalecerá la economía nacional, sus efectos sobre las relaciones comerciales internacionales y los mercados globales aún están por verse. La comunidad internacional estará atenta a las respuestas de los países afectados y al desarrollo de una posible escalada de tensiones comerciales.